31.12.13

0.

Ya no es pedirle a los años que se porten bien, son las expectativas personales de cada uno, ésas que se olvidan cada 3 minutos, 365 días al año. Tonterías. Hay gente buena, hay gente buena dispuesta a demostrarlo desde ya, y eso está bien, está mucho mejor que la mayoría de las cosas que han pasado este año a nivel general.
En cuanto a mí y mis cosas: gracias a todos, menos a quien no se las tengo que dar.


Vamos allá, 2014.

9.12.13

Lejos.

Desgasta, desgasta hasta la saciedad;
porque donde ella empieza, tú comienzas también, pero a estar acabado.
Cambia el nombre del dolor, lo hace desesperación;
y te cala hasta los huesos.
Sin ganas, sin corazón ni nada;
pero la indiferencia no es un buen plan,
sufrir no es un buen plan,
ni que la esperanza sea cosa del mañana.
Quién trae mejores noticias si las sonrisas no las pones tú,
quién no se preocupa por cada hora si el sol ya no es cosa tuya,
si la vida no es el tiempo que pasó y resta, sino los momentos que no me robas.

2.12.13

Don't shut up.

Nos están echando del país, de fronteras hacia dentro tenemos cualquier puerta cerrada, hay personas que incluso las de sus propias casas; la única que queda abierta de par en par es la de irse. Claro, que igual, justamente es lo que quieren, no porque vayan a quedar bien, pero sí porque están con el agua al cuello; aunque lo único que de verdad deberían tener en el cuello es una mano a punto de apretar el gatillo.
Y no es que no le tengamos amor a la tierra, es que nos están haciendo odiarla y estar más que confundidos, porque sabemos quién se ha equivocado, ya que incluso nosotros lo hemos hecho; pero ahora no, en el límite en el que estamos, podemos, hasta con vendas en los ojos, ver quién está haciendo que esto sea insostenible.
Existen los que tendrán el valor, o como queramos llamarlo, de resistir, de luchar por lo que es “suyo”, entre comillas, porque es raro que algo sea tuyo y no seas capaz de reconocerlo. Sin embargo, la necesidad es lo primero, y si necesitas marchar para vivir, marcharás; y si no hay manera de vivir, sobrevivirás; y cuando ocurra, lo que está ocurriendo, que es que hay quien no puede sobrevivir, entonces se armará, como se ha armado cientos de veces en la historia, con brutalidad, por llevar las cosas al extremo, por los inocentes muertos.
Y es que es extraño despreciar tu país, hablar de la Puta España, como si España fuera el apellido. ¿Es culpa nuestra? Así, cuando ves un futuro en el que te va a tocar, con casi total seguridad, largarte, no te duele tu país, porque no lo sientes tuyo, sino que es de unos cuantos. Lo que jode es dejar cualquier ilusión, la gente, incluso, la maldita manera de nacer del Sol.

27.11.13

Like bobos.

Las decepciones van ligadas a que decís “amigo” como el que dice “buenos días”, robáis el valor a las palabras. Os atrevéis a poner cara de añoranza al despediros con un “hasta pronto” o un “espero verte” que, como no se den en otra vida, no serán. Incluso se oyen “te quieros” que lo único que hacen es desprestigiar a los que sí son sinceros.


Forzar a la vida por desesperación a lo único que da lugar es a que ésta se resista. Y si no puede en ese momento, ya os dará la hostia al bajar, que de las nubes todo cae.

23.11.13

Tú verás.

Con la cantidad de sucesos que están ocurriendo y la de gente hija de puta que está saliendo a la luz, hay muchas cosas que no nos podemos permitir. Ahora, que lo que es nuestro, es nuestro, y lo que no, no; así que, permítete no tener vergüenza, o no te permitas tenerla.

6.11.13

De corazón, eh.

Cuando te presentan a alguien y después de decir “encantado” no recuerdas ni su nombre. El “¿cómo te llamabas?” si ves que realmente la cara que analizabas tiene algo interesante detrás de los ojos; y, en cambio, el “bueno, hasta luego”, si ese cerebro deja mucho que desear.
Ver que estas situaciones se hacen rutina es como: Dios, qué solos estamos en el puto mundo; es como: qué hago hablando si tengo delante a alguien a quien que se la suda lo que digo y que está deseando que me calle para contarme lo que le salga del capullo o coño y así quedarse a gusto consigo mismo de una forma inexplicable, porque al fin y al cabo lo único que tenemos en común es que estamos en un mismo sitio en el mismo instante. Claro, te empiezas a sentir absurdo, y piensas que qué poca gente con la que conectas y que no sabes qué haces pensando en todo lo que he escrito desde aquí hacia atrás si realmente lo que quieres es ser alguien; y sí, quién no quiere ser alguien. Ahora, que eres alguien, eres esa persona sin cara y sin nombre en la vida de otro que algún día dijo "encantado" y "hasta luego".

Es entonces cuando os echo de menos porque hace demasiado tiempo que os dije “encantada”, que no olvido vuestros nombres y que cuando os digo “hasta luego” es con ganas de volver a veros.

Capullos.

Si habiendo visto el poco mundo que he podido siento que me descompongo por dentro, no quiero imaginar qué sentirá quien haya visto más. Y esto me lleva a pensar: por qué coño una de las primeras cosas que aprendemos en la vida no es que cada persona tiene un pasado y un futuro, y que todos somos humanos, de la misma maldita especie.
Y cuando digo todos me refiero también a las mujeres; porque conocemos las injusticias a cerca del género, pero cuando te ves cara a cara con alguien que tiene unos putos ideales retrógrados bien grabados, y tomas conciencia de lo que estás viendo, os juro que arde la sangre. Y bromean, se ríen… ¡Que valemos lo mismo que ellos! ¡O al ser tolerantes, incluso, más!
Que no suene ni feminista, ni extremista, que la palabra es realista. Es absolutamente triste ver la confianza que ciertos hombres pueden llegar a tener en su “superioridad”; ya no porque se haya sabido y se sepa de mujeres importantes, sino porque las personas que traen al mundo a quienes piensan así son mujeres, y ninguna madre merece ser despreciada por su hijo por el hecho de darle la vida, por el hecho de ser mujer.
No somos menos. No permitáis que insinúen o digan lo contrario, y si os lo dicen y no podéis contestar por algún motivo, que no falte una mala cara.

3.11.13

28.10

¿Dónde está el límite de la fuerza de los sentimientos? En matar y, por supuesto, en morir. No se me ocurre cómo puede serlo de poder matar, porque me asusta. En cambio, el miedo a la muerte es menos cuando darías la vida por quien te da vida cada día.
Es que añorar, joder, cómo explicas que las horas se te escapan de las manos sin poder expresar de otro modo que no sea con palabras, que darías todo por una mirada. No hay manera. Sólo damos patadas a los días, pisamos el calendario, cogemos aire y asumimos lo que hay que asimilar, asimilamos que nos cuesta sumir los besos y abrazos que no se dan, los ratos muertos que podrían vivir, y que tampoco queda tanto por esperar.

Es una putada que ni el “te echo de menos” más sincero que se haya dicho en la historia, sea suficiente para expresar que todos los días morirías por recuperar cada hora perdida.

27.10.13

Claro.

A lo largo de nuestras vidas todos nos equivocamos. Desde que tenemos uso de razón es aconsejable hacer una lección de cada error. Y es bueno vivir sabiendo pedir disculpas por hacerlo mal y perdonar, al menos una vez por cagada, a quien falla.

24.10

Lo primero que echamos de menos es el vacío que dejan las sensaciones, después, la procedencia de éstas.
Añoro sentir ese tacto especial en las yemas y entre mis dedos, darle vida, su olor, su sabor. Añoro volar, volar contigo y volar con ellos, que nos encontremos por los cielos de la confusión. Con mora o con cartón. El chispazo mental; como un chasquido en la sien que habla y dice “ahora sí”. Añoro las risas constantes, las que vienen de una simple mirada o las que son más elaboradas. La alegría de que haya buena cosecha y el humo que se la lleva. A izquierdas o a derechas. Añoro enganar, que me engañen, el fifty-fifty de buenas. Y perder la noción del tiempo, reír hasta no poder más, dormir en sus encantos, que me ayude a dejar de pensar.

30.9

Es extraño eso de “asimilar” que algo va a ocurrir o, en el peor de los casos, que haya ocurrido. ¿A qué os referís? ¿A darle muchas vueltas hasta que te des cuenta de que has desperdiciado un montón de tiempo en imaginar cómo va a ser el futuro? Y cabe recordar que es el mismo futuro que puede variar por cualquier decisión tonta y, a la vez, por cualquier cosa de esas que “hay que asimilar”.
Incluso se podría decir que lo que intentamos asimilar es el futuro, y mientras lo hacemos éste se hace presente y luego pasado; y nosotros en nuestras trece de asimilarlo cuando ya casi ni tiene importancia.
Entonces, para qué vale asimilar, si somos impredecibles, si el mundo es impredecible. Para qué he pensado tanto en irme, si ahora estoy aquí y la inseguridad es la misma por más vueltas que le haya dado; para qué he pensado que tengo que ser fuerte, si eso es algo que llevo a fuego en la piel; por qué tenemos miedo a lo nuevo aún conociendo la mierda que conocemos.

Lo que pasa es que va a ser que toda esa mierda tiene su encanto, y que asimilar, asimilamos, pero cuando ponemos los pies en la tierra. Y al fin y al cabo es topar con la realidad, nada que no hayamos hecho antes.

12.9

No tenemos fechas especiales, ni aniversarios. No “tenemos” una canción. Tampoco un sitio que hayamos hecho nuestro, o un regalo que nos acompañe. Y, sin sonar lo suficientemente arrogante como para molestar, puedo sonreír diciendo que hoy por hoy soy feliz.
Así que, dentro de lo malo que supone irme a tomar por culo, tengo la seguridad de que no voy a sufrir mucho en un fecha, sino que todos los días habrá recuerdos que serán presente; sé que no habrá una canción que me parta en dos; ni algo que me acompañe y sea capaz de quebrarme el cerebro.

Está claro que el zurdo va a llorar por todo y por todos, pero si hablamos de corazón; no puede para el bumbum si quiere vivir y volver.

19.8

Vosotros con vuestros “para siempres” que duran dos suspiros. Nosotros, con nuestros suspiros que duran hasta ahora.

13.5.13

Sin tac.

Que el tiempo se detenga dejando de ahogar, que el sol no salga o se ponga nunca más, dejando un eterno tic, sin tac. Quien no ha deseado algo así, no sabe de la grandeza de una de las partes más efímeras de la felicidad; quien no sabe de qué  hablo, no entenderá aquello de que me falta tiempo para quererte con fuerza.

5.5.13

P.

Si hablamos de pasiones, todos entendemos algo. Y si hablamos de pasiones ajenas, entonces, ¿qué? Si no coinciden o se asemejan a las nuestras, no hay nada que seamos capaces de comprender. De comprender quizás sí, pero de sentir ¿cómo se puede sentir algo de positivismo o frustración en cuanto a una acción si no la vives? Esto es, puedes imaginar cómo debe ser la sensación, si piensas que esa pasión es a una persona lo que son a ti las tuyas propias; sin embargo, ¿cómo vas a decir con franqueza un “entiendo” cuando de corazón todo queda fuera del alcance de tu comprensión?
Cuando dejas de mostrarte indiferente hacia los intereses de quien te rodea, lo que surge es impotencia. Porque a veces intentamos buscar la forma de que lo que apasiona a otros nos haga sentir vivos, pero todo aquello que realmente nos hace sentir vivos son un montón de cosas que jamás nadie debería buscar.

21.4.13

Entra.

Existen las personas que contemplan, las que participan y las que protagonizan. Y otra cosa no, pero si la vida nos cede algo es el protagonismo de ésta.
Ni vivir rápido y morir joven, ni llegar a viejo con la sensación de que ante tus ojos se está yendo y se ha ido  todo aquello que tiene valor y no has disfrutado. Y todo aquello que tiene valor y de lo que podemos disfrutar no es otra cosa que las situaciones y las personas que se mueven en ellas. Cada individuo que pasa por tu vida y no te paras a conocer, es como cada libro que tienes entre manos y no abres; que no hay tiempo para todos, cierto, por eso duelen tanto los “y si…” Cada palabra que viene de cualquiera, cada sonrisa que lleva tu nombre, tiene valor si la sinceridad se ve en los ojos.
Bien, y esta gente protagoniza, participa o contempla, todo depende de las puertas de tu mundo que estés dispuesto a abrir y de los marcos que cada persona quiera atravesar por ti. Todos tenemos varias vidas que protagonizar, una individualmente y el resto acompañados; tenemos un montón más en las que participar; y todas las anteriores para contemplar lo que es natural y lo que no.
Es cuestión de valor el protagonizar o participar en aquellas situaciones que nos gusta o nos jode contemplar.

14.4.13

Cualquiera.

Esa persona que con mirarte hace que la capacidad de levitar forme parte de ti; quien tiene una sonrisa que conlleva otra procedente de tu cara de inmediato; aquella que es capaz de regalar un abrazo que automáticamente se convierte en fuente de alegría pura; quien acariciando hace que los sentimientos se expresen con un escalofrío acogedor. Es la persona que posee la mano a la cual te aferrarías sin motivo, sólo por el hecho de que puedes; la misma que puede llegar a hacer que sientas cómo un terremoto de una magnitud desproporcionada brota de tu interior.
Y, te haga sentir mejor o peor, es quien eres cuando alguien te quiere con fuerza.

24.2.13

A dónde vamos.

La mayoría de las veces hay una persona en la vida de todos a la que recurrimos cuando estamos asustados, o en los momentos en que ni siquiera nuestra capacidad de razonar nos ayuda a entender. Ese alguien suele estar desde los pañales, y continúa estando en el momento en que te das cuenta de que la vida, más que injusta, es un engaño.
Cuando oyes a esa persona preguntar algo sobre un tema lo suficientemente real y serio como para que nadie pueda dar una respuesta que no sea un “c’est la vie”, en ese momento, te das cuenta de que no vas a preguntar nunca más a dónde vamos cuando morimos, ni por qué estamos aquí; comienzas a ser consciente de que, quien en un momento pudo responder a cualquiera de tus preguntas inocentes con una respuesta inventada o no, se encuentra ante las mismas cuestiones que ahora te haces, ante el mismo mundo injusto y mirando a un destino, cuanto menos, incierto.
Entonces sabes que tú en algún momento, tendrás el mismo papel en la vida de alguien que aquella persona tuvo en la tuya.

10.2.13

Efe e ele i ce i de a de, o algo así.

Que te digan, con sineridad, "reina" y con ello te den la capacidad de ser responsable de una felicidad. Es un hecho totalmente simple, pero que te impulsa a seguir a delante dándole menos importancia a las adversidades, que son menos relevantes si los que laten son dos corazones.

9.2.13

Bloqueo.

¿Qué es la belleza cuando no hay un canon impuesto? ¿Qué nos atraería? ¿Tendríamos un comportamiento mucho más animal? ¿O la belleza iría mucho más allá de lo físico?  Está empezando a ser demasiado importante para el mundo, mientras que para mí, y espero que más personas, ser guapo de mente está cogiendo una relevancia que asusta.

Y es que, al dedicarte un adjetivo, o al dedicarlo, siempre se hace en comparación con algo; lo queramos o no, siempre habrá habido o hay algo que es más o que es menos.
Esto es, necesito aclarar: cómo es oír un adjetivo claro, es decir, con la plenitud suficiente como para que la persona a la que es dedicado se sienta única. Para esto solemos dar uso a frases a las que añadimos algo de sofisticación, pero, cómo hacerlo con una sola palabra, cómo con un adjetivo.

Creencia. Sí, quizás es eso, es depositar fe en las palabras. Es más, ya no en las palabras, sino en quien es capaz de pronunciarlas.
Es difícil intentar explicar algo que quizás es indescriptible, es difícil pasarte por el forro todo canon de belleza, pues hay como prototipos para todo.
Sentimientos. Sí, basta con eso, es sentir las palabras. Es más, ya no las palabras, sino sentir la sinceridad de quien las pronuncia.

Muchas veces me cuesta recordar, de hecho, no recuerdo algunos momentos si no es por las sensaciones. Eso es. Son sensaciones.

 Cómo un adjetivo, dirigido a tu físico y a tu mente, si viene de una persona en especial, es capaz de hacer sentir que el encadenamiento de tal palabra no es producto de la comparación ligada a esos estereotipos impuestos.

Pero hay quien prefiere la comparación y la aceptación con lo que se ha establecido, son los mimos que se sentirán vivos, pero no lo harán con el corazón tan abierto como quien ha sentido que se detiene su tic-tac para abrazar la libertad que proporciona sentirse único.

21.1.13

El ánimo y tal.


Supongo que aprendemos una lección cuando nos pasan ese tipo de cosas que sabemos que pasan pero que rezamos, o rezaríamos si creyésemos, por que nunca nos pasen. Y no es otra enseñanza que la de acostumbrarse uno a vivir, no confiando en que lo malo ocurre pero no suele tocar, sino teniendo presente que pesadillas en el mundo hay para todos.
Apóyate, si se tercia, en la fe o en la esperanza, pero no olvides que el positivismo, sin más remedio, hay días que también se viste de gris y sabe a sal.

17.1.13

Gracias.

Pensaba que podía controlar qué pasa por mi cabeza, que tenía un método mediante el cual organizar mis pensamientos, y con pensamientos me refiero a sentimientos y emociones también. Pero es demasiado ideal. Demasiado perfecto es no sucumbir ante un ataque de nervios dominado por sensaciones. Casi divino, por lo que queda fuera de mi alcance, incluso más fuera de lo normal; porque cuando ocurre esto, lo único que hay tras esta cara es una tonelada de sentimientos que metafóricamente son a mí, como lo es a una niña pequeña decidir por sí sola sobre una de sus primeras responsabilidades.  
Así, me digo: mantén la calma, siempre hay quien quiere ayudar. Me lo digo, como muchas otras cosas, pero no soy capaz de creérmelo. Me bloqueo y tengo la sensación de que algo más que el mundo se me cae encima. Pero no digo nada; pues la organización que intento hacer posible en mi cerebro no es más que un secreto entre cuatro paredes anaranjadas, los libros de texto que, según dicen, me impulsarán hacia un futuro; la incertidumbre y yo.
No puedo decirlo, no veo sentido a que alguien quiera ser consciente antes de tiempo de una decisión o indecisión que no le afectará directamente. Me vuelvo a decir: te vendrá bien contarlo; ahora sí me creo, pero me callo.
Me va a explotar la cabeza, y no de otra manera que no sea desbordándose ésta de mar a través de los que miran. Pero no en soledad. Otras veces sí, ese día no. Es entonces cuando un, conocido por todos, “no woman, no cry”, irónicamente, hace que sí, que llore más. Pero al mismo tiempo, provoca que esa cantidad de agua, a parte de sal, arrastre toda la desorganización mental, y dé lugar a que me diga a mí misma: un abrazo. Sí, un abrazo, y me lo creo, y lo hago. Entonces me vuelvo a encontrar, dejando atrás palabras que hasta la fecha no hay que decir; ya que en realidad, tras tanto pensamiento, no hay más que miedo y nada que decidir por el momento.

2.1.13

Vales.

A parte de pretender parecer de plástico cual Barbie Superstar, y todo lo que conlleva ser como ésta, con el ligero cambio de tener aparato reproductor y pezones, pero conservando la ausencia de cerebro demostrada; ¿qué otro propósito tienes en la vida?
Olvida esa especie de ley que te has impuesto que parece que dice: recuerda las lentejuelas, la purpurina, la minifalda y no comas carbohidratos. Coge un post-it en el que ponga "soy lo que hay dentro de mí" y colócalo en el hueco de tu cerebro.
¿De qué sirve morir cubierta de ropa preciosa si nadie ha sabido apreciar que eres una persona?