Si vives el 58,33333333333334% de un año intentando encontrarte, es que el otro 41.66666666666666% has sido tú. Es una mierda ¿vale? Es una mierda tener que pensar en un año más, o un año menos, con esta especie de estadística sobre ti mismo.
“¿Cómo es el paso que avanzas para ir de la cordura plena hasta el borde de esta, en el que empiezas a hacer estadísticas sobre tu “yo” interior?”
A pesar de ser una mierda, a pesar de haber pasado más de medio año con alguien a quién no conocía conviviendo en mí 24 horas al día…A pesar de no poder reconocerme segundo tras segundo, era necesario. Sí, ha sido necesario pasarlo mal, creer que estaba sola, sentirme totalmente inferior, poco querida, apartada. Era necesario vaya.
“¿Cómo se da el paso para pasar del borde de la cordura al principio de la locura, para preguntarte quién coño está ante ti en el espejo?”
Se me hiela la sangre y se me saltan las lágrimas si pienso en que hace justo un año, la noche del 31 de diciembre, me tuve que mirar al espejo antes de cenar y decirme que tenía que ser fuerte, que si rompía a llorar iba a pasar de ser mi peor Noche Vieja a ser la de los demás. Y aguanté, por supuesto, no valoré el temple que pude tener; esa misma noche, en la cama, dejé todo lo que sentía por ahí tirado, saludando con mi cara más empapada entre sábanas al 2011 y diciéndole que no fuera demasiado hijo puta. Me hizo caso un poco tarde, pero me hizo caso.
“¿Cómo se dan los pasos en círculo que recorres dentro de la locura para sentirte como si no valieses nada a ojos de nadie?”
Lo peor de todo es que conforme avanzaba el año me hice como un teatro de mi vida, creyendo, forzándolo todo para que pareciese ir bien…Era mentira. Ahora me doy cuenta de que un problema es, por ejemplo, engañarte a ti mismo por no aceptar tu alrededor, por no aceptarte a ti, por no aceptar tu vida.
“¿Cómo se da el paso para ir del centro de la locura al extremo de ella mintiéndote a ti mismo sobre lo que es o no real?”
Hasta que caes. Hasta que choqué con lo deshecha que estaba mi mente, hasta que me di a mí misma mil y una razones por las que lloraba casi todos los días, hasta que saqué toda la rabia, el dolor y el miedo y lo puse delante de mí misma; hasta que lo vi todo y supe que no podía seguir así, que más de la mitad de un año y parte del otro era suficiente.
“¿Cómo es el paso por el cual retrocedes cuando estás en el límite de la locura y vuelves a la cordura empezando a enfriar las ideas?”
El principal problema era que no quería ayuda, por orgullo, por vergüenza, por sentirme estúpida…Por lo que fuera, pero no aceptaba ayuda ninguna, y eso no está bien, yo no estaba bien; ahora no me da vergüenza decirlo, ni me siento estúpida; ahora el orgullo aunque no deje de estar, por el hecho de querer salir adelante. con un soplido se puede apartar.
Como lo más difícil fue encontrar el problema, lo de encontrar una solución fue como…Como pestañear, en comparación, encontrarla fue así de fácil. Sólo quedaba solucionarlo.
“¿Cómo pudo darse ese milagro que hizo que me diese cuenta de que estaba matándome por dentro?”
Puedo decir que pude, es más, puedo decir que pudimos…Pude yo, porque cabezona de mí, nunca quiero ayuda; pero pudisteis vosotros, todos los que estáis cerca de mí, todos los que no os rendís venga lo que venga, todos los que sabéis que con un par y algo de valor se puede pasar lo que venga. Pudimos, pudimos hacer que un 41.66666666666666% de mi 2011 haya sido así ¿Así cómo? Pues así…cómo un millón de veces mejor que el otro tanto por ciento.
He aprendido mucho, es verdad que los palos y la experiencia te hacen crecer como persona o madurar, o cómo quieras llamarlo. Ahora sé que pedir ayuda no es malo, que todos tenemos problemas, que no hay porqué sentirse idiota, que la vergüenza está bien hasta cierto punto, que calcularlo todo es perder el tiempo, que si caes y no te levantas durante mucho, todo el rato que estás en el suelo es vida perdida; que siempre hay quien te quiere, que es bueno decir un “te quiero” a la gente que siente lo mismo por ti, que las lágrimas son un arma para las personas que no sabemos exteriorizar demasiado bien, que los fracasos me quitan vida y que expresarme escribiendo me la devuelve.
Muchas gracias a quien se ha molestado en leer media palabra de las que escribo, muchísimas a quien las ha leído todas y me ha hecho sentir bien y sonreír después de leerlas. También a quien se preocupa y está ahí, pero sobre todo gracias a quien se preocupa, está ahí y además lo demuestra o lo ha demostrado. Podría decir muchas cosas más, un “os quiero” sería mentira, porque no os quiero a todos; pero sí os puedo dejar escrito un “SOIS”, porque sois más de lo que pensaba, porque tú eres la persona que ves, pero también eres quien ven los demás y, realmente, sois muchas cosas…Pero principalmente sois los que me aguantáis, sois un gran porcentaje incalculable de mi vida, sois los pilares de vuestras vidas y de las de otras personas…Sois muchas cosas más que no voy a escribir porque me acabo de sincerar de manera directa, y como que no es mucho lo mío…Lo mío podría decir que soy yo. Pero sé que lo mío sois vosotros.
No seas muy hijo puta 2012.