7.5.15

Absolutamente absurdo.

A veces viene un día y es absurdo.

Tan absurdo como
pedirle al cielo que se deje de nubes,
al aire que no traiga vientos,
a la B que se pronuncie V,
o a la muerte esperar un momento.

Tanto como que
pase un día sin quejas,
sin querer obviar el arrepentimiento,
sin pensar un: "y si me dejas",
o sin valorar lo que voy viviendo.

Más absurdo que
rogarle al reloj un 'tic' sin 'tac',
a los malos una verdadera tregua,
a una palabra dejar de significar,
o a la Luna pa' ver si no mengua.

Mil veces más absurdo que
no cederte el primer trago,
la primera calada,
el primer bocado.

Más que no agradecerte 
los mejores momentos y
el haber estado.