Nadie te informa de que es mejor poner fecha de caducidad a lo que se dice en las cartas, ni de que vas a odiar a los nazis, a amar la música de Bob Marley, y de que llega el día en que no quieres ser más mayor. Nadie te avisa, pero pasa. Entonces entiendes que a veces sobrevaloramos las relaciones, que hasta la mejor persona puede sentir el odio, que existe aquello que es imposible no querer y que la vida es la única que puede ser tan triste como maravillosa a la vez.
11.4.15
7.4.15
Entre todo.
Siempre entre el sí y
el no,
el no sé y la
claridad.
Entre el pasado y el
futuro,
entre el seguir y el mirar
atrás.
Siempre entre tus
manos y el mundo,
entre lágrimas y respirar.
Entre un “si te
largas, ojalá vuelvas”
y un “si te quedas, por
qué no te vas”
Siempre en un bucle de
mierda
entre acabar o
esperar,
entre el tiempo en que
todo es perfecto
y el que nos rompe al
restar.
5.4.15
31.03
El mundo no está preparado para no saber distinguir entre
conformismo y miedo. Tampoco lo está para que generalicemos al querer hablar de
nosotros mismos.
Por eso me falta tan poquito para estar loca, porque todavía
conservo la capacidad de saber que hay jaleo en mi cabeza, aunque no sepa cómo
se apaga sin irme.
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