30.12.11

Uno más.

Si vives el 58,33333333333334% de un año intentando encontrarte, es que el otro 41.66666666666666% has sido tú. Es una mierda ¿vale? Es una mierda tener que pensar en un año más, o un año menos, con esta especie de estadística sobre ti mismo.
“¿Cómo es el paso que avanzas para ir de la cordura plena hasta el borde de esta, en el que empiezas a hacer estadísticas sobre tu “yo” interior?”
A pesar de ser una mierda, a pesar de haber pasado más de medio año con alguien a quién no conocía conviviendo en mí 24 horas al día…A pesar de no poder  reconocerme segundo tras segundo, era necesario. Sí, ha sido necesario pasarlo mal, creer que estaba sola, sentirme totalmente inferior, poco querida, apartada. Era necesario vaya.
“¿Cómo se da el paso para pasar del borde de la cordura al principio de la locura, para preguntarte quién coño está ante ti en el espejo?”
Se me hiela la sangre y se me saltan las lágrimas si pienso en que hace justo un año, la noche del 31 de diciembre, me tuve que mirar al espejo antes de cenar y decirme que tenía que ser fuerte, que si rompía a llorar iba a pasar de ser mi peor Noche Vieja a ser la de los demás. Y aguanté, por supuesto, no valoré el temple que pude tener; esa misma noche, en la cama, dejé todo lo que sentía por ahí tirado, saludando con mi cara más empapada entre sábanas al 2011 y diciéndole que no fuera demasiado hijo puta. Me hizo caso un poco tarde, pero me hizo caso.
“¿Cómo se dan los pasos en círculo que recorres dentro de la locura para sentirte como si no valieses nada a ojos de nadie?”
Lo peor de todo es que conforme avanzaba el año me hice como un teatro de mi vida, creyendo, forzándolo todo para que pareciese ir bien…Era mentira. Ahora me doy cuenta de que un problema es, por ejemplo, engañarte a ti mismo por no aceptar tu alrededor, por no aceptarte a ti, por no aceptar tu vida.
“¿Cómo se da el paso para ir del centro de la locura al extremo de ella mintiéndote a ti mismo sobre lo que es o no real?”
Hasta que caes. Hasta que choqué con lo deshecha que estaba mi mente, hasta que me di a mí misma mil y una razones por las que lloraba casi todos los días, hasta que saqué toda la rabia, el dolor y el miedo y lo puse delante de mí misma; hasta que lo vi todo y supe que no podía seguir así, que más de la mitad de un año y parte del otro era suficiente.
“¿Cómo es el paso por el cual retrocedes cuando estás en el límite de la locura y vuelves a la cordura empezando a enfriar las ideas?”
El principal problema era que no quería ayuda, por orgullo, por vergüenza, por sentirme estúpida…Por lo que fuera, pero no aceptaba ayuda ninguna, y eso no está bien, yo no estaba bien; ahora no me da vergüenza decirlo, ni me siento estúpida; ahora el orgullo aunque no deje de estar, por el hecho de querer salir adelante. con un soplido se puede apartar.
Como lo más difícil fue encontrar el problema, lo de encontrar una solución fue como…Como pestañear, en comparación, encontrarla fue así de fácil. Sólo quedaba solucionarlo.
“¿Cómo pudo darse ese milagro que hizo que me diese cuenta de que estaba matándome por dentro?”
Puedo decir que pude, es más, puedo decir que pudimos…Pude yo, porque cabezona de mí, nunca quiero ayuda; pero pudisteis vosotros, todos los que estáis cerca de mí, todos los que no os rendís venga lo que venga, todos los que sabéis que con un par y algo de valor se puede pasar lo que venga. Pudimos, pudimos hacer que un  41.66666666666666% de mi 2011 haya sido así ¿Así cómo? Pues así…cómo un millón de veces mejor que el otro tanto por ciento.

He aprendido mucho, es verdad que los palos y la experiencia te hacen crecer como persona o madurar, o cómo quieras llamarlo. Ahora sé que pedir ayuda no es malo, que todos tenemos problemas, que no hay porqué sentirse idiota, que la vergüenza está bien hasta cierto punto, que calcularlo todo es perder el tiempo, que si caes y no te levantas durante mucho, todo el rato que estás en el suelo es vida perdida; que siempre hay quien te quiere, que es bueno decir un “te quiero” a la gente que siente lo mismo por ti, que las lágrimas son un arma para las personas que no sabemos exteriorizar demasiado bien, que los fracasos me quitan vida y que expresarme escribiendo me la devuelve.

Muchas gracias a quien se ha molestado en leer media palabra de las que escribo, muchísimas a quien las ha leído todas y me ha hecho sentir bien y sonreír después de leerlas. También a quien se preocupa y está ahí, pero sobre todo gracias a quien se preocupa, está ahí y además lo demuestra o lo ha demostrado. Podría decir muchas cosas más, un “os quiero” sería mentira, porque no os quiero a todos; pero sí os puedo dejar escrito un “SOIS”, porque sois más de lo que pensaba, porque tú eres la persona que ves, pero también eres quien ven los demás y, realmente, sois muchas cosas…Pero principalmente sois los que me aguantáis, sois un gran porcentaje incalculable de mi vida, sois los pilares de vuestras vidas y de las de otras personas…Sois muchas cosas más que no voy a escribir porque me acabo de sincerar de manera directa, y como que no es mucho lo mío…Lo mío podría decir que soy yo. Pero sé que lo mío sois vosotros.

No seas muy hijo puta 2012.

21.12.11

Es fácil.

Es un día de esos en los que te recorre la alegría todo el cuerpo, tanto que parece que no tienes ojos de lo que llegas a sonreír y que cualquier cosa hace que no pares de reírte. Días como este se crean por fechas esperadas, por dos palabras en la boca de quien más te apetece oírlas, por un ratito con gente a la que quieres, por unos abrazos y unas cuantas tonterías…Esto que cuesta tan poco reduce todo lo malo al tamaño de un cuarto pestaña; si le soplas vuela y no vuelve.

18.12.11

No tiene porqué.

Y pensé al espabilar que cuando hay alguien que te importa y te das cuenta de que el viceversa no existe se rompen esquemas, se rompe la cinta de la película mental y al dejar de rodar sobre ella caes al vacío como de cara; y en la caída a penas te da tiempo a arrepentirte de lo que no te has atrevido a hacer. No sería difícil si te dejaras explicar, si escucharas, si no estuviera tan pillada, no sería difícil si las películas mentales estuviesen basadas en hechos reales. Y pensé al abstraerme de nuevo que cuando la realidad no ha dejado de ser pura mierda, excepto en pequeños momentos, no tiene porqué empezar ahora a ser algo especial .

14.12.11

Abajo.

En el momento que me veo como simple materia con unas manos heladas temblando y un par de ojos desbordándose y ardiendo, me muero de rabia y sentimientos putrefactos que han llegado a ese estado por culpa de creer en la superación.
Era más fácil sentirse inútil y deprimirse de primeras que creer que puedes, no superarte y llorar cuando ves que el mundo sigue siendo más y eres menos. Que no me voy a rendir, pero apaga la luz y no me despiertes.

4.12.11

Ñoñerías de madrugada.

Me asusto y no sé. No sé si es difícil o si soy yo que no lo entiendo.
Me cohíbes y no sé. No sé si hay algo que hacer o soy yo, otra vez, especializándome en crear películas mentales.
Me hago más pequeña todavía, un manojo de nervios, y no sé. No sé si soltarlo porque es necesario o si soy yo que me creo que lo es.
Me pierdo cuando sonríes  y no sé. No sé si el mundo deja de girar o si soy yo que me vuelvo de piedra.
Me quiero quitar la desconfianza en mí y no sé. No sé si está ahí el miedo o soy yo que pongo excusas para no volver a caer…O ambas cosas.
Me estoy volviendo loca y no sé. No sé porque realmente esto no es para tanto, pero soy yo…soy yo que no sé más.
Como sé que ni se te ocurre lo que pienso y no dejo de querer decirlo…Es por eso que me asusto, me pierdo, que soy toda nervios, que no confío en mí demasiado, por eso es que me estoy volviendo loca...Es mirarte a los ojos, que sonrías; y sólo puedo sonreír más y buscar palabras que diría...

1.11.11

Ambiciosos.

El mundo se contagia de esa expresión corporal forzada, de las amistades forzadas, de amores forzados; de una vida en general forzada, poco natural, irreal…Una vida que se acerca a una “buena” imagen social y queda muy lejos de lo que llamamos felicidad.
Tenemos un mundo plagado, lleno hasta arriba, de personas que están preocupadas de cosas que a su juicio son importantes; pero que no se dan cuenta de que desperdician parte de su vida por querer hacerlo todo forzando el transcurso real del tiempo.
Ahí está el amor, es un gran ejemplo ¿no crees? Fíjate. Tendrás cerca un montón de gente que, lo diga o no, anda preocupada por encontrar el amor, que insiste, que se fuerza a estar con alguien, a querer, a aguantar. Y a mi me gustaría decirles algo así como “Dejando de lado el amor, ¿sabes algo de las ventajas de la soledad?”
Una de las palabras más sonadas en el mundo: libertad. Vale, la que ofrece el amor; no lo pongo en duda, o quizás sí, pero no entraré al trapo. Pero no hablo de esa, hablo de la libertad que ofrece la soledad. ¿Qué no? Pues entonces dime, si no es en soledad cómo lloras sin dar explicaciones, hablas con el espejo, miras por ti, oyes los huecos que dejan las personas de tu alrededor, sonríes por tu seguridad propia, escuchas esa canción que entiende a tu yo, interactúas con la luna, sueñas con tus metas o te sientes singular… ¿Cómo? Sabes que no es posible de otra forma. Sabes de sobra que en este mundo una de las cosas que menos se fuerza es la soledad, sabes que estará ahí cuando se te rompan los esquemas, ahora sabes que ignoras qué es realmente lo bueno que ofrece, y también eres consciente de que todo lo que ofrece sólo es posible en soledad.

18.9.11

Las cosas buenas son una broma.

Ese tiempo en el que parece que todo va genial, que le encuentras sentido a estar solo y con los demás: cuando notas algo de alegría de nuevo…¡PUN! Un disparo verbal, seco, profundo, contundente y con rabia. Se acabó. Pues bastante estaba durando.
Ha sido culpa mía, ¿no? No se suele disparar así porque sí.
Hay que pensar antes de disparar, hay que pensar antes de provocar un disparo.

2.9.11

No hay más.

¿Sabes cuando los molinos mueven las aspas porque hay viento? Pues así, igualmente, me funciona la alegría: con algún tipo de fuerza invisible que consigue la energía necesaria para generar sonrisas.

30.8.11

Realmente.

No sé si ocurre siempre en toda vida humana, que llega un momento en el que descubres un miedo desconocido contra el que encender la luz no es suficiente y al que no se le puede gritar un “no existes”. Ya no es miedo a la muerte, si no a la ausencia de quién se pueda llevar por delante, la impotencia de saber que no se puede evitar, las imágenes mentales de cómo sería esa ausencia…el agobio de no tener ni idea de cómo afrontarlo.
Tengo miedo, miedo a que ocurra lo imaginable y más miedo todavía de que ocurra lo que ni siquiera he podido imaginar.

28.8.11

Parece siempre igual.

Vino y se va. En la incertidumbre que lo ha rodeado todo por su paso ha quedado como final un susurro de lo que será septiembre y media sonrisa con expresión de añoranza.
No somos nadie, dicen. Menos somos todavía cuando pasa el tiempo, desgasta y vamos perdiendo trocitos de lo que somos dejándolos con gente, en cualquier sitio y con cualquier sentimiento.
Algo es algo, dicen. Más es cuando notas que se detiene el tiempo y al mirar el reloj han pasado mil horas.
Lo real es que las horas vuelan y que ningún fenómeno arrasa más que el tiempo: el mismo que coge la velocidad que quiere, el que no se tiene tanta culpa, pero como es sordo y mudo, parece que lleva consigo toda esta responsabilidad.

13.8.11

Para algo existe el verbo poder.

"Un cambio de imagen, si hablamos de personas, conlleva diferentes puntos de vista. 
Lo dicho parece tener sentido, pero me explicaré más: lo que quiero decir es que cuando una persona cambia hay dos cosas que cuentan. Cuenta cómo se ve la persona a sí misma y cómo la ven los demás. Pero a lo segundo siempre le damos más importancia de la que merece."
Las ratas aún duermen y yo ya estoy en pie, no es que las ratas sean gandulas, es que es demasiado temprano. Demasiado temprano incluso para el sol. Sé que duermen porque no están royendo, me gusta oírlas roer por encima de mi cabeza, pero me asusta que se rompa el techo  y me caiga alguna en la cara.
Salgo de casa después de mirar el reloj por última vez, voy a caminar hasta que revienten mis piernas...No soporto más tanta indiferencia propia y todos estos pensamientos. Quiero deshacerme de mi cabeza, quiero acabar con todo lo hace turbias mis ideas, quiero algo nuevo. 
No sé cuánto he andado, no sé que hora es, no sé cuánto más voy a caminar, no sé donde tomaré algo y no sé porque sigo sin sentirme bien. 
El cielo está nublado cuando despierto, debí dormirme en este suelo lleno de grava y de malos pensamientos, en otro tiempo nunca habría imaginado algo igual. No soy yo, no me siento yo ¿Esto es lo que hay tras la muerte? ¿O esto es una depresión?
Sigo sin saber qué hacer, me asomo a un barranco y arrojo unas piedras, si abajo hay cocodrilos harán bien la digestión, si hay algo recién nacido va a morir por mi culpa. Lo pienso, pero no me importa, no puedo dejar de pensar así, no sé qué necesito. Quiero dejar de estar así, quiero dejar de ser así, quiero...volver.
Sí, quiero volver, pero me pregunto a dónde y por qué. 
"Durante toda nuestra vida hay pocas veces en las que agradecemos que suene el despertador, una de ellas es cuando nos despierta de un mal sueño."
Mirando a la pared me pregunté si había visto el futuro y supe que no quería ratas royendo en mi futuro, ni piedras que cayesen de barrancos. Supe que era hora de un cambio, pero todavía dudaba de cómo cogerlo. Y como dudando no se llega a ningún sitio, pues lo agarré por donde pude y con algo de valor lo conseguí.
El cambio está listo, pero otra duda me asalta ¿Hasta aquí o un poco más? Sigo sin saber de la felicidad, seguiré cambiando lo que pueda. 
Nadie prometió que duraría poco, nadie prometió que disfrutaría junto a la demás parte del mundo todo este tiempo, nadie prometió más apoyo que el mío, nadie sabía nada. Nadie se va a enterar, pero sé que alguien está por llegar , alguien que sabe de esto tan poco como nadie pero que tiene mucho que decir aquí.
"Mientras que exista el miedo, habrá lugar para el valor."